Marabuntas y desapegos en el documental Nuestra Película, de Diana Bustamante
Nuestra película, primer largometraje documental dirigido por Diana Bustamante, hace parte del programa “El silencio de los archivos” de la edición 24 de la Muestra Internacional Documental de Bogotá-Midbo, que tiene lugar entre el 25 y el 30 de octubre.
Entre las formas, sobresale, por su frecuencia, el zapato. Quizá la imagen más violenta y fundacional sea esa. Sin cuerpo, el zapato es un hormiguero en potencia, puede que un afluente para deleite de aves o un fósil, huella de la auto-destrucción del homosapiens.
A continuación, la voz en la película asiente: “que no siempre pasa,” dice,”pero yo, una niñita, lo creía así, que cuando se moría la gente, le salía sangre y se le caían los zapatos…Siempre”. Lo más seguro es que sea la propia directora la que interpela, pero nunca conocemos una identidad individual. Hablamos de Nuestra película (2022), así que realmente podría ser cualquiera de nosotras.
Entre las formas que aún sobresalen en cada una de nuestras memorias, podríamos seguro hablar de la historia de nuestro primer zapato. Yo les hablaría de aquella vez cuando supe que mi abuelo entró a combatir al ejército por conseguir su primer par, o quizá de ese zapato solitario en la fauna de la calle que, de hecho, ahora que lo vuelvo a encontrar clandestinamente en la pantalla, caigo en cuenta que podría ser mi primer recuerdo de la Violencia.
Diana Bustamante recrea un capítulo corto pero aglutinante de un momento ya conocido y reconocido por todas como son los años 80 y 90 en Colombia, pero que, atravesado por su mano, se vuelve extraño a nuestros ojos, como ajeno; y sin embargo familiar. Como un compañero de la infancia al que no queremos reconocer, pero que ahí está y nos saluda y se acerca y ya no podemos.
La cualidad de realizadora audiovisual de Bustamante apunta más bien a una mirada bióloga. En medio de la partícula magnético-digital, encontramos un afluente de hormigas que en realidad somos nosotras caminando sin parar, retumbando, una y otra vez, rellenando ese cuadrado televisivo, furiosas, asustadas y dolientes; otras pesadas y sonámbulas entre la marcha fúnebre y, las más jóvenes, saltarinas de un lado a otro en medio de los ríos de sangre que brotan sin parar desde nuestro punto de vista.
El que mira y es mirado es un tema interesante en este documental. Planos interrumpidos y aumentados del error del que no controla lo que ve pero debe traducir en voz, en imagen y en noticia, marcan el traspiés del registro en el archivo recopilado. A su vez, es la infancia la que nos interpela con la mirada fija y curiosa de quién no le teme a un disparo, pues no reconoce su maldad. La mirada de la primera vez cae sobre nosotras. Somos ahora el agujero extraño que promete un bicho suculento al que martirizar, pero el bicho mira y asusta por diferente, porque al fin y al cabo en la mirada alienígena existe el poder de reclasificar. Bustamante nos da ese poder preguntándonos ¿qué vas a hacer con él? ¿Hasta dónde nos vas a llevar? ¿Cuánto más vas a mirarnos?
Y ahí estamos nosotras, siendo hurgadas y a la vez hurgando con el palito ese zapato abandonado tras el éxodo que acabamos de ver pasar, pensando: para qué podrá servir ahora un zapato sin pie o un pie sin zapato. Al final, un encuentro como ese siempre es una invitación. Tú puedes elegir, dice la cineasta, o te paras y preguntas por el dueño, o continúas tu camino y lo dejas en tu recuerdo como una incomodidad a la que seguro lograrás acostumbrarte, o simplemente, lo agarras, te lo llevas y haces de los dolores de tu país, una hermosa matera. He ahí “Nuestra Película”.
Este texto fue elaborado en el Segundo Laboratorio de Escritura sobre Cine Documental coordinado por Valentina Giraldo Sánchez y Pedro Adrián Zuluaga en el marco de la 24 Midbo.
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MARABUNTAS Y DESAPEGOS - MIDBO 24
Marabuntas y desapegos en el documental Nuestra Película, de Diana Bustamante
Nuestra película, primer largometraje documental dirigido por Diana Bustamante, hace parte del programa “El silencio de los archivos” de la edición 24 de la Muestra Internacional Documental de Bogotá-Midbo, que tiene lugar entre el 25 y el 30 de octubre.
Entre las formas, sobresale, por su frecuencia, el zapato. Quizá la imagen más violenta y fundacional sea esa. Sin cuerpo, el zapato es un hormiguero en potencia, puede que un afluente para deleite de aves o un fósil, huella de la auto-destrucción del homosapiens.
A continuación, la voz en la película asiente: “que no siempre pasa,” dice,”pero yo, una niñita, lo creía así, que cuando se moría la gente, le salía sangre y se le caían los zapatos…Siempre”. Lo más seguro es que sea la propia directora la que interpela, pero nunca conocemos una identidad individual. Hablamos de Nuestra película (2022), así que realmente podría ser cualquiera de nosotras.
Entre las formas que aún sobresalen en cada una de nuestras memorias, podríamos seguro hablar de la historia de nuestro primer zapato. Yo les hablaría de aquella vez cuando supe que mi abuelo entró a combatir al ejército por conseguir su primer par, o quizá de ese zapato solitario en la fauna de la calle que, de hecho, ahora que lo vuelvo a encontrar clandestinamente en la pantalla, caigo en cuenta que podría ser mi primer recuerdo de la Violencia.
Diana Bustamante recrea un capítulo corto pero aglutinante de un momento ya conocido y reconocido por todas como son los años 80 y 90 en Colombia, pero que, atravesado por su mano, se vuelve extraño a nuestros ojos, como ajeno; y sin embargo familiar. Como un compañero de la infancia al que no queremos reconocer, pero que ahí está y nos saluda y se acerca y ya no podemos.
La cualidad de realizadora audiovisual de Bustamante apunta más bien a una mirada bióloga. En medio de la partícula magnético-digital, encontramos un afluente de hormigas que en realidad somos nosotras caminando sin parar, retumbando, una y otra vez, rellenando ese cuadrado televisivo, furiosas, asustadas y dolientes; otras pesadas y sonámbulas entre la marcha fúnebre y, las más jóvenes, saltarinas de un lado a otro en medio de los ríos de sangre que brotan sin parar desde nuestro punto de vista.
El que mira y es mirado es un tema interesante en este documental. Planos interrumpidos y aumentados del error del que no controla lo que ve pero debe traducir en voz, en imagen y en noticia, marcan el traspiés del registro en el archivo recopilado. A su vez, es la infancia la que nos interpela con la mirada fija y curiosa de quién no le teme a un disparo, pues no reconoce su maldad. La mirada de la primera vez cae sobre nosotras. Somos ahora el agujero extraño que promete un bicho suculento al que martirizar, pero el bicho mira y asusta por diferente, porque al fin y al cabo en la mirada alienígena existe el poder de reclasificar. Bustamante nos da ese poder preguntándonos ¿qué vas a hacer con él? ¿Hasta dónde nos vas a llevar? ¿Cuánto más vas a mirarnos?
Y ahí estamos nosotras, siendo hurgadas y a la vez hurgando con el palito ese zapato abandonado tras el éxodo que acabamos de ver pasar, pensando: para qué podrá servir ahora un zapato sin pie o un pie sin zapato. Al final, un encuentro como ese siempre es una invitación. Tú puedes elegir, dice la cineasta, o te paras y preguntas por el dueño, o continúas tu camino y lo dejas en tu recuerdo como una incomodidad a la que seguro lograrás acostumbrarte, o simplemente, lo agarras, te lo llevas y haces de los dolores de tu país, una hermosa matera. He ahí “Nuestra Película”.
Este texto fue elaborado en el Segundo Laboratorio de Escritura sobre Cine Documental coordinado por Valentina Giraldo Sánchez y Pedro Adrián Zuluaga en el marco de la 24 Midbo.
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