Jonas Mekas falleció el pasado 23 de enero. Practicó el cine desde todas las aristas: fue espectador incansable y director, fue crítico y fundador de revistas, programador y distribuidor. Fundó la revista Film Culture y manejó el cine Anthology Film Archives por mucho tiempo. Como pequeño homenaje recuperamos cuatro de sus textos escritos durante el 59 y el 62 en la revista Village Voice.Estos textos hacen parte de una exhaustiva recopilación titulada Movie journal: the rise of new american cinema 1959 - 1971. Traducciones del editor.
Cómo trascender el arte
En literatura tenemos a Joyce y también a Spillane. Ningún hombre inteligente los confundirá alguna vez, aunque puede disfrutar de los dos. Ningún hombre inteligente atacará a Spillane por no ser “literatura”. Eso no tendría sentido. Pero un hombre que ataca una película de Hollywood por no ser cine arte es un hombre de altos estándares artísticos…
Los jóvenes trabajos del New American Cinema1 son criticados por la audiencia y los críticos por su crudeza y por sus imperfecciones técnicas. ¿Solamente leemos libros porque son perfectas obras de arte? En Yugen Nº62 hay unos treinta poemas de unos veinte jóvenes poetas y todos son buenos. Ahora, sería estúpido decir que hay hoy –y en una sola revista– veinte buenos poetas. De hecho no hay ni un solo Blake en la revista. Sin embargo, hay unas cuantas buenas cosas en Yugen Nº6. Y de la misma manera hay unas buenas cosas en Come Back, Africa (Lionel Rogosin, 1959), Jazz on a Summer’s Day (Bert Stern, 1960), Shadows (John Cassavetes, 1959) e incluso en una mala película como Private Property (Leslie Stevens, 1960). El arte se alimenta de los márgenes, podríamos decir. Como Yugen es la frontera viva de la New American Poetry entonces estas películas son la frontera viva del New American Cinema. (Una interesante “película-frontera” fue Too Soon To Love (1960), de Richard Rush, que se estrenó y prontamente desapareció. Búsquenla).
Alguien me dijo: “Me dormí durante The Would-Be Gentleman, no había cine en ella”. Si él hubiera ido con la intención de ver la Comédie-Française la hubiera pasado bien, como lo hice yo. Pero él fue a ver cine arte. No puedo tomarla por lo que era: una obra filmada. Tenía que buscar algo más. Algunos no pueden tomar por lo que es Jazz on a Summer’s Day, también tienen que buscar un guion y diálogos (como uno de los críticos de la prensa lo hizo).
Ay, si solo pudiéramos sentarnos, ojos abiertos, completamente sin crítica y sin ser anti arte, anti cine por diez minutos, pasando por una especie de lección para ver según el Actor’s Studios, podríamos empezar una revolución nosotros mismos.
El otro día, mi amigo Leo Adams, quien es una especie de maestro Zen y vive en el lago Erie, vino a ver Come Back, Africa. Su anfitrión en Nueva York, un ratón de ciudad, todavía no iluminado y lleno de ideas sobre el arte, salió de la función en una larga escena de discusión, totalmente aburrido. “¡Qué vergüenza!”, le dijo Leo, “Creí que estabas más allá del arte”, y se quedó durante toda la escena sacando cosas de ahí que solo él sabía, completamente feliz, absorbido, tomando las cosas buenas por las cosas buenas y las cosas malas por las cosas malas, como solo un maestro Zen podría.
Movimiento cinematográfico de los Estados Unidos. Reacción de algunos cineastas contra el cine de Hollywood y contra el Comité de Actividades Antiamericanas. Sus objetivos y sus películas fundaron una especie de nuevo cine experimental. El movimiento agrupó a directores como Maya Deren, Kenneth Anger, Stan Brakhage, entre otros, incluyendo el propio Mekas. Nota del traductor.
revista de poesía fundada por Amiri Baraka que publicó el trabajo de escritores de la generación Beat como Allen Ginsberg y Jack Kerouac. Nota del traductor.
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CÓMO TRANSCENDER EL ARTE
Jonas Mekas falleció el pasado 23 de enero. Practicó el cine desde todas las aristas: fue espectador incansable y director, fue crítico y fundador de revistas, programador y distribuidor. Fundó la revista Film Culture y manejó el cine Anthology Film Archives por mucho tiempo. Como pequeño homenaje recuperamos cuatro de sus textos escritos durante el 59 y el 62 en la revista Village Voice. Estos textos hacen parte de una exhaustiva recopilación titulada Movie journal: the rise of new american cinema 1959 - 1971. Traducciones del editor.
Cómo trascender el arte
En literatura tenemos a Joyce y también a Spillane. Ningún hombre inteligente los confundirá alguna vez, aunque puede disfrutar de los dos. Ningún hombre inteligente atacará a Spillane por no ser “literatura”. Eso no tendría sentido. Pero un hombre que ataca una película de Hollywood por no ser cine arte es un hombre de altos estándares artísticos…
Los jóvenes trabajos del New American Cinema1 son criticados por la audiencia y los críticos por su crudeza y por sus imperfecciones técnicas. ¿Solamente leemos libros porque son perfectas obras de arte? En Yugen Nº6 2 hay unos treinta poemas de unos veinte jóvenes poetas y todos son buenos. Ahora, sería estúpido decir que hay hoy –y en una sola revista– veinte buenos poetas. De hecho no hay ni un solo Blake en la revista. Sin embargo, hay unas cuantas buenas cosas en Yugen Nº6. Y de la misma manera hay unas buenas cosas en Come Back, Africa (Lionel Rogosin, 1959), Jazz on a Summer’s Day (Bert Stern, 1960), Shadows (John Cassavetes, 1959) e incluso en una mala película como Private Property (Leslie Stevens, 1960). El arte se alimenta de los márgenes, podríamos decir. Como Yugen es la frontera viva de la New American Poetry entonces estas películas son la frontera viva del New American Cinema. (Una interesante “película-frontera” fue Too Soon To Love (1960), de Richard Rush, que se estrenó y prontamente desapareció. Búsquenla).
Alguien me dijo: “Me dormí durante The Would-Be Gentleman, no había cine en ella”. Si él hubiera ido con la intención de ver la Comédie-Française la hubiera pasado bien, como lo hice yo. Pero él fue a ver cine arte. No puedo tomarla por lo que era: una obra filmada. Tenía que buscar algo más. Algunos no pueden tomar por lo que es Jazz on a Summer’s Day, también tienen que buscar un guion y diálogos (como uno de los críticos de la prensa lo hizo).
Ay, si solo pudiéramos sentarnos, ojos abiertos, completamente sin crítica y sin ser anti arte, anti cine por diez minutos, pasando por una especie de lección para ver según el Actor’s Studios, podríamos empezar una revolución nosotros mismos.
El otro día, mi amigo Leo Adams, quien es una especie de maestro Zen y vive en el lago Erie, vino a ver Come Back, Africa. Su anfitrión en Nueva York, un ratón de ciudad, todavía no iluminado y lleno de ideas sobre el arte, salió de la función en una larga escena de discusión, totalmente aburrido. “¡Qué vergüenza!”, le dijo Leo, “Creí que estabas más allá del arte”, y se quedó durante toda la escena sacando cosas de ahí que solo él sabía, completamente feliz, absorbido, tomando las cosas buenas por las cosas buenas y las cosas malas por las cosas malas, como solo un maestro Zen podría.
Más de Jonas Mekas:
Sobre Renoir y la belleza.
Sobre el cine monumental y el fascismo.
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